La
película el sobreviviente me hizo acordar a historias de personas que conocí en
Guatemala y de la que escribí en mi diario de viaje.
Soldados
que luchan y dan todo por sus ideales y su país, dispuestos a todo, pero al
mismo tiempo con una vida que dejaron atrás y una familia que los está
esperando.
Les
comparto mi historia....
Cuando
llegue al Lago Atitlán, no sabía bien a donde estábamos yendo. Guatemala nunca
fue un destino que hubiera elegido pero termine ahí porque quedaba cerca de
México, donde estaba viviendo.
No
podía creer lo que me estaba perdiendo.
El lago Atitlan, es un lago rodeado por
montañas, lleno de pueblitos alrededor que apenas tienen electricidad. Es uno
de mis "Lugares en el mundo", esos lugares donde podes encontrar todo
lo que necesitas con tan poco. Nuestros días consistían en ir al lago a nadar o
andar en kayak, caminar por los laberintos de callecitas finitas que hay en la
ciudad de San Pedro, ir de compras a los mercados de frutas y verduras, comprar
ropa en las ferias de usado de la calle por 50 centavos de dólar, tomarnos un
licuado de ananá a la tarde mirando el atardecer en el lago y volver temprano para
cocinar en el hostal antes de salir al único bar que hay en el pueblo, con
balcón y una vista increíble a las montañas.
Pero
como todo lugar además de paisaje va acompañado por las personas que conoces y te
cruzas, tengo que contar algunas historias que me tocaron vivir, que hicieron
más especial el lugar.
Voy a contar las historias según escribí en mi cuaderno "de
viaje" en ese entonces,
Septiembre de 2013
"Hoy en el Buda bar conocimos dos chicos de Israel, se ve que
en esta época no hay mucho turismo en el lago, porque el resto de las personas
en el lugar eran solo extranjeros que Vivian ahí hace un tiempo, por eso creo
que nos pusimos a hablar con gente que estaba recorriendo como nosotras.
Después de tener una charla sobre el "clima, el recorrido y anécdotas de
viaje" sentía que uno de los chicos tenía la necesidad de hablar algo más
que de cosas al azar, ahí fue cuando empezó su relato ya con unas copas de
más.....
(El) En Israel salís del colegio y a los 18 años ya pasas al Army
(ejercito). Por un tiempo te entrenan y te estudian para saber en qué posición
te ubican, te encuentran "un lugar" según tu personalidad y estado
físico. A mí me tocó estar Al Frente, en el campo de guerra.
Un día el jeep en el que iba exploto y cayó arriba mío, quede inconsciente
y cuando me desperté no sentía mis piernas.
Llegué al hospital sin entender nada ni saber el
estado en el que me encontraba, la cabeza me daba vueltas. Una de mis
piernas había quedado inmóvil, me dijeron que no iba a poder recuperarla para
caminar. El gobierno, el mismo que me mando por obligación al ejército, no se
hizo cargo de nada.
Después de como 6 meses, mi pierna empezó a tomar algo de fuerza y
con mucha rehabilitación y ganas pude volver a caminar de nuevo, aun así perdí
sensibilidad desde la rodilla hasta la parte del pie de esa pierna, casi
no siento nada.
No solo eso, sino que tenía quemaduras graves en toda la espalda
que ahora solo son solo cicatrices.
(Me mostraba las fotos guardadas en el teléfono y a mí se me
caían las lágrimas)
(El) Cuando salí del hospital demandé al estado y después de
gastar fortunas en abogados y tramites, logre conseguir una especie de
indemnización. El gobierno todos los meses me deposita algo de plata en la
cuenta. Como una especie de Pensión.
Lo cual está bien para mí....
Me dice con cara de......¿¿¿Se puede comparar casi perder tu vida
por un poquito de plata???
Le pregunte qué opinaba de Israel, que te manden de tan chico a la
guerra y tener que hacer ese tipo de entrenamiento tan duro.
(El) Para mí es todo mierda, yo no encuentro importante para tu
vida aprender y saber cómo apuntarle a una persona. Todos dicen que es algo que
te sirve, que te hace madurar. Si! Pero es una mierda.
Te cambia como persona, tu personalidad pasa a ser otra.
A veces quiero borrar todo, pero sé que es parte de mi vida.
(Me muestra el tatuaje que tiene en su
pierna que casi pierde, de un jeep por darse vuelta, parado en dos
ruedas)
(El) Un amigo mío mato sin querer a su amigo. La mira del arma que usamos solo te muestra lo que tenes en frente tuyo,
no los costados. Cuando disparó...el amigo venia cruzando.
Vos mataste a alguien?
(El) Le apunte a alguien pero no me
autorizaron a disparar. Por suerte. No sé si podría vivir con eso otro. Es
raro, podría matar a alguien.
Siguió
mostrándome más fotos. De su entrenamiento, con la boca rota porque alguien lo
había golpeado. Y unas fotos de cuando llego al hospital ese día del accidente.
Con
lágrimas en los ojos y un poco de odio pero al mismo tiempo con una sonrisa de
estar vivo y estar en ese lugar tan increíble él me contaba esa historia como
algo más de lo que pasa en su camino y yo quede paralizada y sin respirar por
un tiempo.
Para
este chico esa era su vida, haber pasado por la guerra a los 18 años, y yo
pensaba en lo que me había tocado, solo pensar en qué carrera iba a estudiar o
que fiesta iba a ir en fin de semana.
Siempre
supe que las guerras existían pero también sé que no me tocó vivirlas de cerca.
Te hace dar vuelta la cabeza y replantearte un montón de cosas. "
El
chico éste (que no pude acordarme el nombre) al día siguiente se iba para Antigua, pero quedó su amigo, que estaba haciendo un curso de español en El lago y paso a ser nuestro compañero
de excursiones.
Le decíamos Juan,
pero se llama Ofek Harari. Ofek
significa horizonte. Estábamos los cuatro en el medio
del lago, mirando el cielo, tirados sobre el kayak.
Juan
es un chico callado, tímido y reservado, podes estar tres horas al lado y no te
va a hablar ni una palabra, está en su mundo.
Pero
como su kayak quedo al lado del mío me intrigaba y le pregunte que
le había tocado hacer en el servicio militar.
Me
dijo que estaba en la parte de inteligencia, le trataba de sacar más información pero
solo me decía eso.
(Juan)
Lo único que te puedo decir es que podía estar tirado en el
medio de la selva durante semanas, en un lugar desconocido y comiendo
solo una vez por día. Lugares que menos te imaginas, ni mi
familia podía saber dónde estaba. Durante meses, desaparecía, era como
si me tragara la tierra.
Te
hacen crecer a la fuerza, aprendí a valorar y respetar mucho más las
simples cosas que te da la vida.
Ahora solo pienso en viajar y hacer cosas
que nunca hice, como aprender español, bailar salsa y
recorrer países. Conocer gente nueva cada día.
A la noche fuimos todos al hostal a comer, el cocino una de las comidas tradicionales de Israel: SHAK SHUKA , básicamente son huevos en salsa de tomate y se come untándolo con pan.
La tercera historia que me toco en este viaje era sobre una
persona que en realidad solo me cruce varias veces y me dio la
misma sensación que los otros dos, no sé, como de intriga. Un
chico que parecía un actor de cine, desprolijo pero súper buen
mozo, le faltaba un ojo. Todos los días me lo cruzaba en el mercado o
en el bar, pero solo me quedaba mirándolo, pensando cuál era su
historia. Sabía que no era un turista mas, vivía ahí hace un
tiempo, pero no entendía que hacía en ese pueblo.
Después de unos días conocí a uno de sus amigos,
de casualidad, lo saludamos y me contó quien era ese chico.
Se llamaba Quins, era americano (eeuu) y había ido a la
guerra en Afganistan donde le voló una granada y así perdió su ojo. Quería
saber mas pero no podía preguntar....
Supongo
que no fue casualidad encontrarme en este lugar con tantas personas que
pasaron por lo mismo, que vivieron emociones tan fuertes y experiencias tan difíciles,
y ahora están en Atitlan, un lugar tranquilo, sin mucha gente, con un lago
en el medio y montañas en todos los costados, un lugar donde encontraron la paz
que no tenían en su cabeza...
#Atitlán , Uno de mis Lugares en el Mundo
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