10 de junio de 2014

"El Sobreviviente" en el Lago Atitlan, Guatemala

La película el sobreviviente me hizo acordar a historias de personas que conocí en Guatemala y de la que escribí en mi diario de viaje. 
Soldados que luchan y dan todo por sus ideales y su país, dispuestos a todo, pero al mismo tiempo con una vida que dejaron atrás y una familia que los está esperando. 
Les comparto mi historia.... 

Cuando llegue al Lago Atitlán, no sabía bien a donde estábamos yendo. Guatemala nunca fue un destino que hubiera elegido pero termine ahí porque quedaba cerca de México, donde estaba viviendo. 
No podía creer lo que me estaba perdiendo.


El lago Atitlan, es un lago rodeado por montañas, lleno de pueblitos alrededor que apenas tienen electricidad. Es uno de mis "Lugares en el mundo", esos lugares donde podes encontrar todo lo que necesitas con tan poco. Nuestros días consistían en ir al lago a nadar o andar en kayak, caminar por los laberintos de callecitas finitas que hay en la ciudad de San Pedro, ir de compras a los mercados de frutas y verduras, comprar ropa en las ferias de usado de la calle por 50 centavos de dólar, tomarnos un licuado de ananá a la tarde mirando el atardecer en el lago y volver temprano para cocinar en el hostal antes de salir al único bar que hay en el pueblo, con balcón y una vista increíble a las montañas. 



 Pero como todo lugar además de paisaje va  acompañado por las personas que conoces y te cruzas, tengo que contar algunas historias que me tocaron vivir, que hicieron más especial el lugar. 

Voy a contar las historias según escribí en mi cuaderno "de viaje" en ese entonces, 

Septiembre de 2013 
"Hoy en el Buda bar conocimos dos chicos de Israel, se ve que en esta época no hay mucho turismo en el lago, porque el resto de las personas en el lugar eran solo extranjeros que Vivian ahí hace un tiempo, por eso creo que nos pusimos a hablar con gente que estaba recorriendo como nosotras. Después de tener una charla sobre el "clima, el recorrido y anécdotas de viaje" sentía que uno de los chicos tenía la necesidad de hablar algo más que de cosas al azar, ahí fue cuando empezó su relato ya con unas copas de más.....

(El) En Israel salís del colegio y a los 18 años ya pasas al Army (ejercito). Por un tiempo te entrenan y te estudian para saber en qué posición te ubican, te encuentran "un lugar" según tu personalidad y estado físico. A mí me tocó estar Al Frente, en el campo de guerra.
Un día el jeep en el que iba exploto y cayó arriba mío, quede inconsciente y cuando me desperté no sentía mis piernas.
Llegué al hospital sin entender nada ni saber el  estado en el que me encontraba, la cabeza me daba vueltas. Una de mis piernas había quedado inmóvil, me dijeron que no iba a poder recuperarla para caminar. El gobierno, el mismo que me mando por obligación al ejército, no se hizo cargo de nada. 
Después de como 6 meses, mi pierna empezó a tomar algo de fuerza y con mucha rehabilitación y ganas pude volver a caminar de nuevo, aun así perdí sensibilidad desde la rodilla  hasta la parte del pie de esa pierna, casi no siento nada. 
No solo eso, sino que tenía quemaduras graves en toda la espalda que ahora solo son solo cicatrices. 

(Me mostraba las fotos  guardadas en el teléfono y a mí se me caían las lágrimas) 

(El) Cuando salí del hospital demandé al estado y después de gastar fortunas en abogados y tramites, logre conseguir una especie de indemnización. El gobierno todos los meses me deposita algo de plata en la cuenta. Como una especie de Pensión.
Lo cual está bien para mí....

Me dice con cara de......¿¿¿Se puede comparar casi perder tu vida por un poquito de plata???
Le pregunte qué opinaba de Israel, que te manden de tan chico a la guerra y tener que hacer ese tipo de entrenamiento tan duro.

(El) Para mí es todo mierda, yo no encuentro importante para tu vida aprender y saber cómo apuntarle a una persona. Todos dicen que es algo que te sirve, que te hace madurar. Si! Pero es una mierda. 
Te cambia como persona, tu personalidad pasa a ser otra.

A veces quiero borrar todo, pero sé que es parte de mi vida.



(Me muestra el tatuaje que tiene en su pierna que casi pierde, de un jeep por darse vuelta, parado en dos ruedas) 

(El) Un amigo mío mato sin querer a su amigo. La mira del arma que usamos solo te muestra lo que tenes en frente tuyo, no los costados. Cuando disparó...el amigo venia cruzando. 

Vos mataste a alguien? 

(El) Le apunte a alguien pero no me autorizaron a disparar. Por suerte. No sé si podría vivir con eso otro. Es raro, podría matar a alguien. 





Siguió mostrándome más fotos. De su entrenamiento, con la boca rota porque alguien lo había golpeado. Y unas fotos de cuando llego al hospital ese día del accidente.
Con lágrimas en los ojos y un poco de odio pero al mismo tiempo con una sonrisa de estar vivo y estar en ese lugar tan increíble él me contaba esa historia como algo más de lo que pasa en su camino y yo quede paralizada y sin respirar por un tiempo. 
Para este chico esa era su vida, haber pasado por la guerra a los 18 años, y yo pensaba en lo que me había tocado, solo pensar en qué carrera iba a estudiar o que fiesta iba a ir en fin de semana. 
Siempre supe que las guerras existían pero también sé que no me tocó vivirlas de cerca. Te hace dar vuelta la cabeza y replantearte un montón de cosas. "

El chico éste (que no pude acordarme el nombre) al día siguiente se iba para Antigua, pero quedó su amigo, que estaba haciendo un curso de español en El lago y paso a ser nuestro compañero de excursiones. 

Le decíamos Juan, pero se llama Ofek Harari. Ofek significa horizonte. Estábamos los cuatro en el medio del lago, mirando el cielo, tirados sobre el kayak. 
Juan es un chico callado, tímido y reservado, podes estar tres horas al lado y no te va a hablar ni una palabra, está en su mundo.
Pero como su kayak quedo al lado del mío me intrigaba y le pregunte que le había tocado hacer en el servicio militar. 
Me dijo que estaba en la parte de inteligencia, le trataba de sacar más información pero solo me decía eso. 

(Juan) Lo único que te puedo decir es que podía estar tirado en el medio de la selva durante semanas, en un lugar desconocido y comiendo solo una vez por día. Lugares que menos te imaginas, ni mi familia podía saber dónde estaba. Durante meses, desaparecía, era como si me tragara la tierra. 
Te hacen crecer a la fuerza, aprendí a valorar y respetar mucho más las simples cosas que te da la vida. 

Ahora solo pienso en viajar y hacer cosas que nunca hice, como aprender español, bailar salsa y recorrer países. Conocer gente nueva cada día. 




A la noche fuimos todos al hostal a comer, el cocino una de las comidas tradicionales de Israel: SHAK SHUKA , básicamente son huevos en salsa de tomate y se come untándolo con pan. 

La tercera historia que me toco en este viaje era sobre una persona que en realidad solo me cruce varias veces  y me dio la misma sensación que los otros dos, no sé, como de intriga. Un chico que parecía un actor de cine, desprolijo pero súper buen mozo, le faltaba un ojo. Todos los días me lo cruzaba en el mercado o en el bar, pero solo me quedaba mirándolo, pensando cuál era su historia. Sabía que no era un turista mas, vivía ahí hace un tiempo, pero no entendía que hacía en ese pueblo. Después de unos días conocí a uno de sus amigos, de casualidad, lo saludamos y me contó quien era ese chico.
Se llamaba Quins, era americano (eeuu) y  había ido a la guerra en Afganistan donde le voló una granada y así perdió su ojo. Quería saber mas pero no podía preguntar.... 


Supongo  que no fue casualidad encontrarme en este lugar con tantas personas que pasaron por lo mismo, que vivieron emociones tan fuertes y experiencias tan difíciles, y ahora están en Atitlan, un lugar  tranquilo, sin mucha gente, con un lago en el medio y montañas en todos los costados, un lugar donde encontraron la paz que no tenían en su cabeza... 





#Atitlán , Uno de mis Lugares en el Mundo 




















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